La Sonrisa cap. IV

Edad Contemporanea

Desde la mitad del siglo XX, cuando algunos dirigentes, como John F. Kennedy, Ronald Reagan, el risueño Tony Blair o Bill Clinton han revertido el mito de la sonrisa, cualquier dirigente o famoso puede sonreír frecuentemente, como hace la gente corriente y eso ya no es contemplado como algo negativo.
Normalmente la sonrisa se asocia con un estado de felicidad y se intenta demostrar en las fotos que en el momento de hacerla se estaba en este estado de felicidad. Actualmente sonreír no cuesta nada, más bien puede ser mágica y es contagiosa. 

Además, el sonreír ayuda a nuestro cuerpo a que funcione mejor, mejora nuestra salud, disminuye el estrés y nos hace más atractivos.  La gente que sonríe es atractiva.  Una expresión seria y un ceño fruncido alejan a la gente; una sonrisa los atrae, es contagiosa.  Cuando alguien sonríe, se ilumina el lugar, y cambia el humor de los demás.  Una persona sonriente trae la felicidad con ella. Además,  disminuye el estrés, evita que nos veamos cansados, abrumados, hace que tu sistema inmunológico trabaje mejor, porque estás más relajado y previene las enfermedades!


En este nuevo siglo, no sonreír ante una foto es casi como un pecado, es tan importante por todas las razones que se pueda imaginar que la gene sonríe aunque tenga brackets, aunque sea mueco, viejos, jóvenes, niños, incluso los animales. Dios nos dio los labios para sonreír, no para maldecir. 


Es imposible sonreír a alguien y no sentir que tu corazón se alegra.   Si sonríes porque ves la belleza en otra persona, en la naturaleza, o en cualquier situación, comienzas a ver la belleza en ti mismo. No se espera a que algo especialmente bueno suceda.  Sonríe solo porque hay alegría en ti queriéndose expresar; aunque no se esté consciente de esa alegría, allí está, y la sonrisa es la ventana a través de la cual puede entrar a tu conciencia.  Así como abrirías una ventana para dejar entrar aire fresco a un cuarto encerrado, una sonrisa deja entrar la alegría a una mente disgustada.
Detrás de una cámara lo primero que miramos somos nosotros, tenemos prioridades y salvo excepciones, lo más importante somos nosotros, quizás porque siempre quedamos con cara de tonto o con los ojos cerrados.
En cuanto a la sonrisa exigida en las fotos, ahora ya hay cámaras digitales que captan la sonrisa y no se dispara si no sonríen, al paso que vamos las cámaras harán churros, meterás harina y agua por un lado y saldrán los churros por el otro y podrás obsequiar la foto instantánea y unos churros o no ???.

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